Botrytis en arándano: cuando la prevención lo es todo

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La botrytis en arándano se ha convertido en una de las grandes amenazas para este cultivo, tanto en campo como en postcosecha.

Hablamos del agente causante del moho gris, también conocido como podredumbre del arándano. Se trata de un patógeno difícil de abordar, ya que puede presentarse en cualquier fase del ciclo de cultivo, desde la floración hasta la cosecha e incluso en postcosecha.

La botrytis es un hongo que se adapta bien a la planta huésped para germinar en ella. A esto hay que añadir que el viento, la lluvia y los insectos actúan como diseminadores para trasladar las esporas del patógeno hacia las hojas o el resto de los órganos de la planta.

Ocurre que, en muchas ocasiones, el patógeno ya se encuentra en el campo. Los restos flores que quedan en el suelo actúan como una fuente potencial de inóculo que lo libera y lo dispersa, por lo que el control de esta enfermedad no es una tarea sencilla. Otras veces podemos encontrarnos con casos en los que la botrytis ataca a la flor (la floración es uno los momentos de mayor incidencia de la enfermedad) pero permanece latente y no se activa hasta fases más avanzadas del ciclo del cultivo, de ahí que recalquemos la dificultad de controlar la evolución del patógeno.

Fungicidas contra botrytis en arándano

El manejo de botrytis en arándano debe ir orientado a la prevención, es decir a reducir al mínimo la presencia del inóculo o, si la infección aparece, a evitar que ésta se extienda a las flores, frutos y el resto de los tejidos de la planta. Se trata de elegir el fungicida adecuado y, sobre todo, el momento oportuno de aplicación.

Si se observan los primeros síntomas de la enfermedad, si atravesamos estados vegetales sensibles o si se dan las condiciones ambientales favorables para el desarrollo de la enfermedad, es recomendable la actuación preventiva con Fungisei, un poderoso fungicida microbiológico compuesto por Bacillus subtilis.

La acción de Fungisei evita el crecimiento de los patógenos y actúa rompiendo la membrana celular de los hongos, además de promover mecanismos de Inducción de Resistencia Sistémica (ISR) de la planta.

El gráfico 1 muestra cómo Fungisei es capaz de reducir la incidencia de la enfermedad después de la primera aplicación. El tratamiento con Fungisei proporciona un rápido control de la enfermedad con un rendimiento que mejora a la referencia biológica con la que se ha comparado en este ensayo ejecutado en Perú sobre arándanos de la variedad Biloxi afectados por botrytis.

Mantener la incidencia de la enfermedad en parámetros bajos permitiría realizar menos tratamientos y aumentar la distancia entre aplicaciones.

En la misma línea, el gráfico 2 pone el foco en la eficacia. Pasados 5 días de la primera aplicación Fungisei mantiene una eficacia que roza el 90% y, de nuevo, mejora los resultados de la referencia biológica. La tendencia se mantiene en la misma línea 10 días después de esa primera aplicación.

Fungisei contiene la tecnología Furity, una formulación exclusiva y patentada que toma forma en una estructura molecular capaz de proteger al activo, asegurar su estabilidad homogeneidad, y maximizar su poder de acción una vez aplicado al cultivo.

Otra de las ventajas de Fungisei es que previene la aparición de resistencias, ya que está incluido en el grupo BM02 del FRAC (Fungicide Resistance Action Committee. Además, Fungisei, debido a su naturaleza biológica, el Límite Máximo de Residuos (LMR) y el Periodo de Carencia (PC) no aplica o es nulo; es decir, puede aplicarse incluso en momentos inmediatamente previos a la cosecha.

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